La pesca con mosca en la Argentina está ganando cada día nuevos adeptos y horizontes. A la tradicional y excelente pesca de salmónidos en verano se le suma la captura de dorados en el litoral durante la temporada invernal.
La pesca con mosca es sin duda la máxima expresión de la pesca deportiva. Para muchos, más que una técnica de pesca, es un arte. Posiblemente ello se deba a lo elegante y estético que resulta el espectáculo de ver a un pescador lanzar su mosca.
La pesca con mosca es sin duda la máxima expresión de la pesca deportiva. Para muchos, más que una técnica de pesca, es un arte. Posiblemente ello se deba a lo elegante y estético que resulta el espectáculo de ver a un pescador lanzar su mosca.
Las moscas son artificiales diseñados y atados por el hombre de manera artesanal, tratando de imitar insectos o peces pequeños que constituyen el alimento de las truchas, de los dorados o de los peces que se intenta pescar.
Dentro de las moscas, se encuentran las secas, que son las que trabajan sobre la superficie del agua, imitando a insectos adultos o a insectos que han caído al agua. También aparecen las moscas húmedas, que trabajan bajo el agua, imitando distintos estados de los insectos antes de hacerse adultos y llegar a la superficie. Y finalmente, aparecen los streamers, que imitan pequeños alevinos o pececitos que son atacados por los otros peces.
Dentro de las moscas, se encuentran las secas, que son las que trabajan sobre la superficie del agua, imitando a insectos adultos o a insectos que han caído al agua. También aparecen las moscas húmedas, que trabajan bajo el agua, imitando distintos estados de los insectos antes de hacerse adultos y llegar a la superficie. Y finalmente, aparecen los streamers, que imitan pequeños alevinos o pececitos que son atacados por los otros peces.
En esta modalidad, la presentación de la mosca es fundamental y necesita de una técnica correcta, ya que los peces -sobre todo las truchas- conocen a la perfección a la mayoría de los insectos y la forma en que éstos caen al agua. Nuestras moscas deben "caer" o presentarse al agua de la manera más natural y delicada posible, para que los peces no noten el engaño.
Se considera un mosquero a quien no sólo conoce el ciclo de vida del pez que desea capturar, sino a quien también posee un mínimo conocimiento sobre los ciclos de vida de los insectos que está imitando. Un buen mosquero arma sus propias moscas, pero todo se aprende con el tiempo. Para ello existen escuelas y cursos de atado, como así también cursos de cast o lanzamiento.
Se considera un mosquero a quien no sólo conoce el ciclo de vida del pez que desea capturar, sino a quien también posee un mínimo conocimiento sobre los ciclos de vida de los insectos que está imitando. Un buen mosquero arma sus propias moscas, pero todo se aprende con el tiempo. Para ello existen escuelas y cursos de atado, como así también cursos de cast o lanzamiento.
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