Durante la época estival, disponemos de más tiempo libre para pescar, unido a una bonanza climatológica que nos hará disfrutar de unas agradables jornadas mientras las truchas luchan por su supervivencia en un infierno acuático.
Muchas veces, éste será el por qué de nuestras escasas capturas y poca actividad durante los días más calurosos.
Muchos de los ríos trucheros de nuestro país alcanzan temperaturas que rondan los 21 º C, donde las truchas pasan la mayor parte del tiempo intentando subsistir en saltos de agua y desembocaduras de tributarios.
Es allí donde acostumbramos a buscar las truchas y será donde las encontremos en situaciones límite, donde una captura puede suponer su vida.
Este problema ha sido considerado en muchos ríos de Norteamérica, donde varias asociaciones y administraciones han dictado unas normas básicas para la pesca de truchas en verano.
Las asociaciones de pescadores de los ríos Beaverkill y Willowemoc distribuyen una cuartilla entre las tiendas y pescadores de la zona lanzando unos unos consejos para la pesca durante el verano. Este ejemplo puede ser trasladado a nuestros ríos, y sus recomendaciones pueden sernos muy útiles para proteger nuestra población truchera:
“BIENVENIDO A BEAMOC. QUE DEBERÍAS SABER SOBRE LA PESCA DURANTE LAS CONDICIONES DE AGUA CALIENTE”
Sabias que:
Los peces que se encuentran en las bocas de los tributarios y pozas están luchando por su supervivencia cuando el brazo principal se encuentra por encima de los 21ºC
Capturar peces en estos lugares durante los días en los que la temperatura del agua está alta pueden agotar sus energías remanentes y causar sus muertes
Las sacaderas de malla sin nudos quitan menos capa protectora que las normales
Usar anzuelos muy grandes puede dañar el cerebro y los ojos de los peces
Las manos secas dañan la protección del pez. Intenta no manosearlo, ¡trátalo con cuidado!
Los arroyos están vedados en la época de freza para proteger los frezaderos
Los ríos Beaverkill y Willowemoc tienen aguas limpias y cristalinas, de libre flujo. Proveen una excepcional pesca durante la primavera y el otoño de truchas autóctonas y repobladas.
Sin embargo, en muchos momentos del verano, la temperatura del agua puede ascender a los 21ºC. Cuando la temperatura está en estos niveles, los peces capturados y soltados a menudo no sobrevivirán para crecer y reproducirse. Una buena práctica es la de no pescar dentro de un radio de 60 metros alrededor de un tributario o comedero.
¿ENTONCES DONDE HAY BUENOS LUGARES DE PESCA CUANDO HACE MUCHO CALOR?
Para asegurar la supervivencia de los peces, es mejor pescar en aguas más frescas que estén reguladas por presas.
Intenta planificar tu día de pesca temprano por la mañana o al final de la tarde. Llévate un termómetro. Practica la captura y suelta.
Estas normas de conducta nos podrían hacer reflexionar sobre la pesca sin muerte. Además de la captura y suelta, deberíamos de tener en cuenta otros aspectos, como la manipulación de los peces, y en qué condiciones climáticas lo hacemos.
Es cierto que en los ríos no regulados, la influencia de la temperatura en la actividad de los peces es primordial, y es en estos momentos donde recurrimos a los ríos de montaña o aquellos que están regulados por los embalses.
En los primeros será poco probable conseguir capturas de tamaño considerable pero no es raro que exista actividad a cualquier hora del día. La singularidad de los paisajes que rodean a este tipo de ríos, hará la delicia de quienes nos acerquemos a sus cauces.
Las truchas de montaña son pequeñas y luchadoras. No debemos escatimar su tamaño, ya que su régimen de crecimiento, debido al tipo de alimentación, es mucho más lento que el de las truchas de llanura. La edad de una trucha de 25 cm de aquí es equiparable a la de una de 35 cm, incluso 40 cm de los tramos más bajos.
La evaluación de las condiciones en las que pescamos, puede traducirse en una buena jornada de pesca, para nosotros y para ellas.
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