Es un lugar realmente espectacular con todas las comodidades para el pescador deportivo y también para la familia, excelentes cabañas y un salón comedor donde Claudia prepara muy buenas comidas caseras. Una vez en el lugar las charlas referente a la pesca fueron muy alentadoras, fue así que nos dirigimos hasta la laguna distante 6 Km. de la estancia.
Los botes son muy cómodos, de aluminio, y para pescar 4 personas, con un motor de 5 hp, suficiente teniendo en cuenta que esta laguna tiene 230 has. y una profundidad máxima de 3 metros.
Nos embarcamos a las 9; los vientos eran del noreste a 20 km p/h, nos dirigimos a la costa opuesta para resguardarnos del viento; utilizamos cañas de 4 metros, reeles frontales con multifilamento de 0.14, y anzuelos 1/0.
Anclamos a unos 150 metros de la costa y todos utilizamos líneas de tres boyas.
PIQUES
Luego de unos minutos empezaron las respuestas; Mario fue el primer afortunado. Los piques se daban a una profundidad de entre 20 y 60 centímetros. Las piezas rondaban los 35 y 45 cms. de promedio.
Cerca del mediodía el pique se cortó y por lo tanto decidimos movernos a unos 2.000 metros justo enfrentados con el embarcadero y a escasos 50 metros de la costa; el viento reinante hacía garetear la embarcación muy lentamente y eso hacía trabajar las boyas muy libres y las respuesta no se hicieron esperar.
Los piques fueron continuos a tal punto que las tres veces que realizamos la misma maniobra, en todas las pasadas tuvimos respuesta.
Ya cayendo la tarde nos trasladamos por último a la costa de los pinos y también tuvimos respuestas terminando una jornada excelente de pesca.
Los colores de boyas que mejor rindieron fueron rojo, blanco con naranja, y la típica española; la mojarra anduvo muy bien, pero la sorpresa la dio el tosquero con excelente resultado